Mtro. José
Juan Caleco
EL CUADRO
COMO EL OTRO
El artista trabaja, crea, desarrolla su creatividad, se
encuentra. El artista independientemente de lo
que sea capaz de hacer, traspasa fronteras deja de ser regional para ser
universal, nada tiene que ver con las demás actividades que las personas puedan
desarrollar. ¿Que separa la prehistoria de la historia, al Homo habilis del
Homo Sapiens? El registro de un lenguaje, y el Arte es un lenguaje, una
comunicación.
No olvidemos que el arte que perdura, que
aporta algo nuevo. El fondo, la forma, el riesgo, la autenticidad, el trabajo
sin tregua, la incertidumbre del sustento, esas son parte de las dificultades.
El Arte es consecuencia de la necesidad de
expresar de forma creativa, una nueva concepción de lo que nos rodea o de
nuestro universo particular. Para que esa necesidad surja ha de haber una base,
un poso previo de conocimientos, inquietudes, sentimientos. El arte ha sido
siempre una manifestación de la cultura. En el momento en que un individuo de
la prehistoria hizo un adorno utilizando un símbolo, apareció en su mente un
concepto intelectual que se ha mantenido a lo largo de la historia. Si lo
unimos al sentimiento de la belleza, a la sensibilidad y al gozo de poseerla y
creer en su fuerza como algo superior. El arte ha recogido a lo largo de la historia, lo mejor de la filosofía
de cualquier civilización, su manera de entender el mundo y su sociedad. El artista no necesita tener un
determinado nivel intelectual, puede expresarse con manifestaciones que
expresan distintas cosas: belleza, fuerza, intimismo, delicadeza, angustia, destreza
y sus expresiones pueden ser percibidas por el espectador de muchas formas sin
que coincidan con lo que quiere expresar el artista.
Un cuadro no se termina hasta que un espectador la observa y en
ella se cautiva. Muchos pintores afirman que sus obras, no tienen ningún
significado especial, buscan la interpretación del público y no tienen
discurso.